Las primeras las hice utilizando una plantilla que recorté previamente en un acetato, y añadiendo detalles a pincel:
Las plantillas tienen la ventaja de permitir hacer copias relativamente rápido, y el inconveniente del tiempo y el esfuerzo que conlleva cortar la
Las siguientes las hice pasando el dibujo con papel de calco y pintando directamente a pincel:
En este caso opté por crear masas de color plano con acrílico textil cubriente, que es bastante espeso y dificulta el hacer degradados, y repasé los contornos con rotulador textil. Esta fue, con diferencia, la camiseta que más tiempo me llevó hacer. Ha sido bonito y ha quedado guay, pero no creo que repita la experiencia en un futuro cercano ^^U
Pasa algo curioso con los acrílicos. Cuando estás pintando con acrílicos normales y te pringas la ropa sin querer, no importa lo diluido que esté el acrílico, ni cúantas veces laves esa prenda, que las manchas se quedarán ahí para siempre jamás. Sin embargo, como pintes algo sobre una tela y el acrílico perciba que tu voluntad es que permanezca, te lo pondrá difícil. Se borrará, te obligará a usar mediums especiales y a plancharlo durante mucho rato para que agarre, etc. Ya le vale.
Y estas han sido, por el momento, las conclusiones de mi investigación sobre pintura en camisetas. Seguiremos en ello!